BALDE II, m., ‘cubo para agua’, vocablo primitivamente marítimo, de origen incierto1.1.ª doc.: 1587, G. de Palacio; Acad. 1780, Supl.

Los ejs. antiguos citados por el DHist. (Lope; Estebanillo González; Pereda) se refieren al uso náutico, o a la minería (L. de la Torre, 1743)2, que a menudo toma vocablos marítimos. Náuticos son los que trae Gili, desde G. de Palacios. El empleo marítimo es, en efecto, el más generalizado en España, y la Acad. lo dió como único hasta que Román fué causa de que se rectificara parcialmente esta definición. Román se fundaba en el uso americano, que ha generalizado balde a cualquier clase de cubo (RFH VI, 228). Lo mismo ocurre en Asturias (V, R), y aun en Sajambre (Fdz. Gonzz., Oseja, 206), en Galicia (BRAE XIV, 106), Portugal, Canarias, el Alto Aragón (Vío: VKR X, 235) y en Andalucía (Aut.). En portugués balde está muy arraigado y aunque ignoro si hay ejs. antiguos, la existencia de otras acs. (‘pala para sacar lodo’ en Aveiro: Fig.) y de palabras relacionadas que no existen en español, obliga a descartar la posibilidad de que sea castellanismo3.

Schuchardt, ZRPh. XXXII, 467, admitió que balde representaba un lat. *BATŬLUS, del mismo origen que BATILLUMbadil’, etimología que si ya ofrece dificultad fonética en castellano (esperaríamos *baldo, o más bien *bajo con desarrollo popular, puesto que es palabra ajena al latín culto) es completamente inadecuada para explicar la forma portuguesa (*BATULUS > *bado): hay que abandonarla. El port. baldear además de ‘lavar echando baldes’, significa ‘trasvasar líquidos’, ‘pasar (a alguno) de un navío a otro, o a tierra’, acs. que se pueden documentar desde 1550 (Lopes de Castanheda, etc.: Moraes); en el texto más antiguo, los Comentarios de Albuquerque (princ. S. XVI, Jal), significa ‘trasbordar mercancías’. Lo probable es que el balde castellano venga del portugués, como tantas voces marítimas; en portugués quizá derive de baldear ‘trasvasar líquidos’ que a su vez derivaría de BALDE I en la ac. de ‘movedizo, postizo’ (comp. BALDA I y BALDOSA II 4). Que es voz de origen marino lo confirma el detalle de que en Málaga (ciudad y puerto) se aplica al cubo corriente, en tanto que en el interior de la provincia (Antequera) se desconoce el vocablo (López Estrada, RFE XXX, 196).

Por otra parte, el profesor R. B. Skelton me comunica su sospecha de que el cast. y port. balde vengan de la palabra indostánica bāldī íd., empleada, según sus noticias, en hindi, urdu, persa y árabe iraquí. En realidad, me informa el Sr. Daljeet Singh, en hindi se dice bāltī y así lo confirman los léxicos de este idioma. Compruebo la existencia de bāldī en persa y en iraquí; y además, extremo importante, en marati, la lengua de Bombay. Por otra parte una autoridad en la materia como Dalgado (Glossário Luso-Asiático) debía de creer que el port. balde no era palabra de origen asiático, puesto que no la incluyó en su completísimo catálogo de las voces de este origen. Y aunque Platts en su dicc. hindi cree que bāltī podría venir del scr. vari ‘agua’, es más autorizada la opinión del Hobson-Jobson (Glossary of Anglo-Indian Words and Phrases), quien asegura que es, por el contrario, el hindi bāltī el que es préstamo del portugués. Y efectivamente así lo sugieren todos los indicios. Ante todo el hecho, subrayado por el propio Skelton, de que el vocablo está completamente aislado en hindi, mientras que ha tenido tan numerosa prole de derivados en portugués, y ya documentados en abundancia desde el S. XVI.

Esto indica que sólo existen dos hipótesis posibles: que el vocablo portugués se propagara a Oriente o que sean dos palabras independientes que han coincidido por casualidad. Desde luego nada más fácil que un préstamo portugués a las lenguas de la India: sabido es que son numerosos (V. baranda I, 498b35ss., nao, y muchos más, entre ellos uno de sentido tan semejante al de balde como es tanque, V. estancar, n. 14) y la presencia del vocablo en la lengua de Bombay indica claramente el camino por el cual pudo penetrar hasta el hindi y el urdu. Causa dudas, en cambio, el hecho de aparecer también en Persia y en el Iraq. Luego ¿sería una antigua palabra indo-iránica? No lo parece5. ¿Sería una vieja palabra persa tomada en préstamo por las lenguas indostánicas? Tampoco parece ser el caso, dada su ausencia en los diccionarios persas puristas y etimológicos. Por el contrario, Wollaston, único dicc. persa donde lo encuentro, afirma categóricamente que es un préstamo del hindi; en iraquí también es claro que ha de ser palabra prestada6. Finalmente, el bāltī del hindi, me explica Singh, designa un cubo de estaño moderno para uso doméstico, etc., y sería extraño que el nombre de un objeto de la civilización industrial moderna hubiese pasado de una lengua hindú al portugués, mientras que tratándose de un objeto de uso marino es muy natural que se trasmitiera desde una lengua de navegantes, como el portugués, a las de pueblos orientales, y de vida estática y tradicionalista, como los de la India y del Golfo Pérsico. De hecho el Dictionary of English and Maraƫhī de Molesworth (Bombay, 1873; s. v. bucket) nos explica que el bāldī es «of leather or wood and used especially on board of a ship». Esto acaba de eliminar todas las dudas: el vocablo pasó desde el portugués a las lenguas de la India y del Golfo Pérsico, y a éstas seguramente por vía directa (y no desde el hindi) teniendo en cuenta la -d-.

En definitiva, se ve muy claro que el vocablo también en romance es un préstamo del gallego-portugués (de donde su empleo, sobre todo náutico y marítimo). Allí no es un utensilio de fabricación moderna, sino de factura tradicional y empleo universal y aun rústico, no sólo marítimo. Definía Sarmiento en 1755 «es vasija para agua, por lo común de madera, con arcos, como el cubo de Castilla, y también el que sirve de corchera para enfriar» (CaG. pp. 264 y 62). Nótese que en Tras-os-Montes los baldes se hacen de corteza de árbol (Moraes, 10.ª ed. s. v. garavahno): pertenecen a la cultura primitiva. El paso desde el portugués a todas las lenguas de la India y del Golfo Pérsico, demuestra que allí ya echó raíces este vocablo en tiempo de los primeros contactos con los descubridores, y que por lo tanto era palabra vivísima en el portugués del S. XVI.

Ahora bien, en gall.-pg. toda trasposición de TL en ld es imposible e inconcebible. Como una terminación en -DE tras vocal allí habría fácilmente perdido la -D- (como en trebes TRIPEDES, frente al cast. trébedes o estreudes), y no obstante -lde es constante, lo más probable es pues que la base fuese de la forma *BALէTE o *VALէTE (puesto que en posición inicial v- > b- se halla incluso en Portugal). Ahora bien, todo esto hace pensar en la posibilidad de un origen prerromano, y nos recuerda algo el it. valìge, valìgia ‘valija’, que al fin, lo mismo puede salir de *VALITIE, -ITIA que de -ISI, -ISIA. Es preciso, pues, contar con la posibilidad de un céltico o sorotáptico VÁLITErecipiente’ (de donde, por una parte, ‘balde’ y por la otra ‘valija’), y tener en cuenta que en la raíz indoeuropea ?EL- ~ ?L(E)? (Pok., IEW 1140-3) de donde he supuesto pueda venir valija, hay palabras que se acercan a la que buscamos: mucho en cuanto a la forma y bastante en lo semántico. P. ej. lit. váltis ‘red de pescar, malla’, scr. valitáɅ ‘girado, doblado’, valáɅ ‘cueva, cubierta’ (ya Rig Veda IV, 50.5; II, 12.3), vrȠóti ‘envuelve, cubre, forma envoltorio’, lat. ualuola ‘matriz’, scr. úlvaɅ ‘cubierta del embrión’, irl. ant. fillid ‘él dobla’, fél-mae ‘seto’, irl. med. fāl ‘cercado’ (< Ȯ-). En fin, quedaría por averiguar si el supuesto *VALէTIS había designado primitivamente una vasija, partiendo de la idea de ‘envoltorio’ (< ‘recipiente’) o más bien desde la de ‘objeto rodeado de cercos, o zunchos de hierro o de madera’, como parecen sugerirlo paralelos como el cast. herrada, cat. ferrada ‘cubo a la antigua’, gall. ferrado.

DERIV.

Baldear ‘lavar o achicar con baldes’ [1587, G. de Palacios].

1 Quedan bastante alejados fonéticamente (pero hay que pensar mejor en ciertas posibilidades bereberes) el bereber abelyún y árabe, marroquí y argelino balyûn (Beaussier), belyún (Lerchundi), belyán (Marcel) y bilyún (en muchos, vid. Simonet, p. 44) que significa «cubo que se usa en las embarcaciones» «baguet» «seau en bois». De todas maneras no parece que puedan explicarse por el cast. paila como quiere Dozy (Suppl. I, 166) ni por el lat. pelvis, como preferiría Simonet; quizá sí por una alteración afro-románica o bereber de *PATELLIONEM (> sdo. padedzone ‘olla’ REW, 6287) pasando por un bereb. *batlyun, junto al cual pudo existir una variante, por desgracia hipotética, *batli que debía pasar a balde. También se podría pensar en una alteración africana de PATէNA, ‘cacerola, fuente’. El cat. bujol es la traducción castiza del cast. balde (de barca) y junto a él el oc. boulho(l), boulhou indica que la -j- sale de lh () por disimilación, lo cual roza de cerca al africano belyûn. Pero si es natural pensar en un arabismo del Estrecho (cf. OLA, etc.) para un vocablo tan tardío y de aspecto poco romance como el cast. balde, esto ya cuesta más para el vocablo catalán-occitano.―

2 La Cova del Balde es una cueva de Sumacárcer, pueblo valenciano de la Ribera Alta, junto a la cual discurre una acequia; si en verdad es topónimo propio, como parece, quizá pudiera venir de un uso mineral.―

3 El cat. balde sí lo es y sentido aún como tal.―

4 El fr. baille f. ‘balde’, a que se refiere la Acad., es otra cosa. En latín medieval aparece en la forma bajula aquae (Du C.), luego se trata de una aplicación figurada del lat. BAJULUSportador’ (FEW I, 206a), que de ninguna manera podía dar balde en castellano.―

5 Entre otras razones nótese que falta a la gran mayoría de los dicc. persas (Steingass, Naficy, Phillott, Vullers y en el Grundriss der Neupers. Etym. de Horn). Y también parece ser ajeno al sindhi (el dicc. de Stack da otras palabras como equivalentes del ingl. bucket), otra lengua indoaria del interior, intermedia geográficamente entre el hindi y el iranio.―

6 Van Ess, Spoken Arabic of Iraq (Londres, 1938), lo da como equivalente de «bucket» (p. 129) y de «pail» (pp. 23, 191), pero junto con saƫl, e indicando que ésta es la traducción arábiga castiza (única que escribe en caracteres arábigos). Por otra parte, la desinencia empleada para formar el plural de este vocablo (baldiyat) es la empleada habitualmente para las palabras advenedizas.